En la etapa de la tercera edad, mantener una alimentación equilibrada es fundamental para preservar la salud y la calidad de vida.

La correcta ingesta de nutrientes y una adecuada hidratación no solo previenen enfermedades, sino que también favorecen el bienestar físico y mental.

En este sentido, en las residencias de ancianos Ballesol, prestamos especial atención a la elaboración de menús saludables y personalizados para cada residente.

¿Cómo debe ser la dieta en una residencia de mayores?

Las necesidades nutricionales cambian con la edad, por lo que es fundamental adaptar la dieta a estos requerimientos.

Algunos de los nutrientes clave en esta etapa incluyen:

• Proteínas de alta calidad: fundamentales para el mantenimiento de la masa muscular y la función inmune. Se recomienda el consumo de carnes magras, pescados, huevos y lácteos.
• Hidratos de carbono complejos: aportan energía y ayudan a regular el nivel de glucosa en sangre. Se encuentran en cereales integrales, legumbres y verduras.
• Grasas saludables: presentes en el aceite de oliva, frutos secos y pescados azules, ayudan a mantener la salud cardiovascular.
• Vitaminas y minerales: la vitamina D y el calcio son esenciales para la salud ósea, mientras que el hierro y la vitamina B12 previenen anemias.
• Fibra: favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Se obtiene de frutas, verduras y cereales integrales.
• Hidratación adecuada: el envejecimiento reduce la sensación de sed, por lo que es clave garantizar un consumo suficiente de agua y líquidos.

En Ballesol adaptamos cada menú a cada residente

En Ballesol, conscientes de la relevancia de una buena alimentación, se presta especial atención a la selección de ingredientes frescos y de primera calidad.

Se prioriza la inclusión de frutas, verduras y una variada oferta gastronómica para garantizar una alimentación equilibrada y apetitosa.

Un aspecto diferencial del servicio de restauración en Ballesol es la adaptación de los menús a las necesidades particulares de cada residente.

Esto incluye la elaboración de platos texturizados para aquellas personas con dificultades de deglución, garantizando un equilibrio nutricional en cada comida.

Además, se respetan los hábitos culinarios y las tradiciones gastronómicas de cada región, permitiendo a los residentes disfrutar de una alimentación variada y adaptada a sus preferencias.

Un enfoque integral del bienestar

La nutrición en la tercera edad va más allá de la ingesta de alimentos: también implica la experiencia de compartir la comida en un entorno agradable y estimulante.

Disfrutar de platos recién preparados y adaptados a las necesidades individuales contribuye no solo a la salud física, sino también al bienestar emocional y social de las personas mayores.

Por ello, contar con profesionales especializados en nutrición geriátrica y un servicio de restauración de calidad es clave para garantizar una vida saludable y plena en esta etapa.

En Ballesol, la atención personalizada y la calidad de los menús son pilares fundamentales para ofrecer a los mayores una alimentación equilibrada.