
¿Qué es y para qué sirve la magnetoterapia?
La magnetoterapia es una técnica terapéutica que utiliza campos magnéticos de baja frecuencia para tratar diversas patologías, especialmente aquellas relacionadas con el sistema óseo y articular.
Su eficacia ha sido respaldada tanto por estudios científicos como por la práctica clínica, y en centros de rehabilitación y residencias de mayores, como las de Ballesol, se emplea con éxito para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Aplicaciones de la magnetoterapia en rehabilitación
Muchas de las personas en residencias rehabilitación requieren terapias especializadas para la recuperación de patologías como fracturas de cadera, enfermedades reumáticas degenerativas como la artrosis y la artritis, dolores crónicos e inflamaciones. Con el objetivo de acelerar la recuperación y mejorar el bienestar, la magnetoterapia se ha convertido en una herramienta fundamental dentro de los gimnasios de rehabilitación.
Los campos magnéticos, ya presentes en la naturaleza y en el funcionamiento biológico de muchos seres vivos, pueden ser generados artificialmente con fines terapéuticos. Su aplicación controlada en el organismo tiene efectos positivos en distintos procesos de recuperación.
Beneficios clínicos demostrados
- Consolidación de fracturas
Uno de los usos más destacados de la magnetoterapia es la aceleración de la consolidación ósea tras una fractura.
En las residencias para personas mayores Ballesol, más del 95% de los residentes que reciben este tratamiento y presentan una consolidación óptima del hueso.
Lo que permite reducir considerablemente los tiempos de rehabilitación y disminuir el dolor en fracturas como las de cadera o vertebrales.
- Mejora en la osteoporosis
Estudios clínicos han demostrado que la magnetoterapia contribuye al aumento de la densidad ósea tras varias sesiones. Esto es crucial para las personas con osteoporosis, ya que fortalece los huesos y reduce el riesgo de fracturas ante posibles caídas o traumatismos.
- Ralentización de la artrosis
La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones y limita la movilidad. La aplicación de campos magnéticos ayuda a ralentizar el proceso progresivo de deformación articular, especialmente en rodillas, vértebras lumbares y manos.
Los fisioterapeutas recomiendan realizar entre 20 y 25 sesiones anuales de magnetoterapia de barrido (desde los hombros hasta los tobillos) para retrasar el deterioro articular y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Un aliado contra el envejecimiento
La magnetoterapia no solo es beneficiosa para la salud ósea, sino también para la regeneración de tejidos blandos como ligamentos, tendones y músculos. Esto la convierte en una terapia eficaz para combatir los efectos del envejecimiento y mejorar la movilidad en personas mayores.
Dada su eficacia y los beneficios demostrados en la práctica clínica, la magnetoterapia se consolida como una herramienta indispensable en la rehabilitación de pacientes, especialmente en residencias donde la atención geriátrica es prioritaria.