Sarcopenia: cómo combatirlas con ejercicio y nutrición
La sarcopenia, caracterizada por la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, junto con la fragilidad, representan desafíos significativos para la salud de las personas mayores. Estos síndromes aumentan el riesgo de caídas, dependencia y disminuyen la calidad de vida. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que un enfoque combinado de ejercicio físico y nutrición personalizada puede revertir o mitigar estos efectos, especialmente en entornos como las residencias de personas mayores.
Ejercicio físico adaptado: clave para la autonomía
El ejercicio físico regular y adaptado es fundamental para prevenir y tratar la sarcopenia y la fragilidad en los mayores. Programas que combinan ejercicios de resistencia, equilibrio, flexibilidad y entrenamiento aeróbico han mostrado mejoras significativas en la fuerza muscular, la movilidad y la independencia funcional de los participantes. Con proyectos como BallePower las residencias para personas mayores Ballesol combinan ejercicio físico multicomponente, nutrición y atención médica personalizada para mejorar la capacidad funcional de los residentes. Se basa en la valoración geriátrica integral y un enfoque de atención centrada en la persona. Cuyo objetivo es ofrecer una atención integral, de calidad e individualizada, adaptada a las necesidades de cada persona.
Nutrición individualizada: el otro pilar esencial
Una alimentación adecuada es crucial para combatir la sarcopenia y la fragilidad. Las personas mayores requieren una ingesta proteica superior debido a cambios en la síntesis de proteínas musculares asociados con la edad. Se recomienda un consumo de proteínas de alto valor biológico (como carnes magras, pescados, huevos y lácteos), distribuidas en varias comidas. Además, es importante asegurar un aporte energético adecuado, y una ingesta suficiente de micronutrientes como la vitamina D, que contribuye a la función muscular y ósea.
Implementación en residencias: un enfoque integral
En las residencias de personas mayores Ballesol, la implementación de programas que integren ejercicio físico adaptado y nutrición personalizada es esencial para mejorar la calidad de vida de los residentes. Estos programas deben ser diseñados por equipos multidisciplinarios que incluyan profesionales de la salud, nutricionistas y fisioterapeutas, y adaptados a las necesidades individuales de cada residente. Además, la educación y motivación de los residentes para participar activamente en estas intervenciones son fundamentales para su éxito.
La combinación de ejercicio físico regular y una nutrición adecuada y personalizada constituye una estrategia efectiva para prevenir y tratar la sarcopenia y la fragilidad en las personas mayores.
La implementación de estos programas en las residencias de ancianos no solo mejora la salud física de los residentes, sino que también contribuye a su bienestar emocional y social, promoviendo un envejecimiento activo y saludable.